Me siento tan inútil,
Tan insignificante…
Pero cuando miro a
tus ojos,
Siento tu ser interno
Y me acobijo en ello
A pesar de que tú no quieras,
Veo tu fuerza, y tu leve gusto a la soledad,
Digo leve porque a ratos regresas a la sociedad,
Como me gustaría tener esa capacidad.
Me hablas y me aconsejas,
Mientras yo sigo con mi vida a ciegas
Y cuando abro mis ojos me derrito,
En esos momentos te veo
cada vez más alto;
Soy tan pequeño,
Y tú me demuestras al gigante que está en el interno
Embotellado, gritado y frunciendo el ceño,
Te aseguro que no será enclavo por tiempos eternos
Pues de apoco despierta.
Como no decir que te amo,
Si me has enseñado que es la autoestima,
Como no admírate y respetarte
Si a pesar de todo sigues siendo mi amiga
La mujer que guarda mi vida más íntima.
Como no tener ganas de besarte y abrazarte
Si me has dado los momentos más deseados
Días de felicidad que en mi memoria son eternos…
Por esto, no me hagas olvidar
Perdona mi poco conocimiento de cómo es la amistad,
No me hagas contigo no soñar
Es que te veo tan grande que ha beses mi cariño y amor me da
por expresar…
Y cuando para ti es
molesto y fastidioso recuerdo que gustas de la soledad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario